viernes, 20 de abril de 2012



shangai ( maravillas en un mundo antiguo)



Shang
(sobre)- hai (mar), con sus más de diecisiete millones de habitantes, es la ciudad más populosa de China y su capital económica y comercial.

Ubicada en la próspera zona del Delta del río Yangtsé, cuenta con excelentes infraestructuras, y tiene una localización privilegiada para el comercio con el oeste del país, ya que los más de 6.000 kilómetros de longitud del Yangtsé son una excelente vía para el transporte de mercancías.

La municipalidad de Shanghai linda con las provincias de Jiangsu al norte y noroeste, y Zhejiang al sur y suroeste, y está bañada al este por las aguas del Mar de China Oriental, al sur por la Bahía de Hangzhou y al norte por el Delta del Río Yangtsé.

El término municipal de Shanghai ocupa un área de 6.340 km2 (un 0,06% del total de China), de los que 3.924 km2 corresponden al centro urbano. Shanghai es uno de los cuatro municipios de China bajo administración directa del Gobierno Central.

El PIB de Shanghai equivale a más del 5% del de toda China. El PIB per cápita de Shanghai supera en la actualidad los 6.000 USD, mientras que la media del país se sitúa en algo más de 1.000 USD.

La denominación de Shanghai como futura sede de la Exposición Universal 2010 está creando nuevas oportunidades de negocio en sectores como la arquitectura, las infraestructuras, el turismo, el ocio o el medioambiente.



Pinceladas históricas

Conocida por muchos como "la Perla de Oriente" o "el París del Este", todavía guarda esencias derivadas de su pasado como concesión de las diversas potencias mundiales durante los siglos XIX y XX.

Shanghai surge como ciudad en el siglo XIII, bajo la Dinastía Song, como un asentamiento en el margen oeste del río Huangpu. En esa época, la ciudad prosperó bajo el comercio de mercancías que se empezaba a desarrollar por entonces.

A mediados del siglo XVI (Dinastía Ming), Shanghai ya era el principal centro textil del país. Bajo la Dinastía Qing se establecen aduanas y la ciudad se desarrolla como centro de comercio y tráfico marítimo.


 
En 1842, tras la derrota de China en la primera Guerra del Opio, el Tratado de Nanjing estableció en Shanghai la primera Concesión británica, que abría China al comercio con las colonias británicas. A partir de entonces, la ciudad empieza a desarrollarse vertiginosamente bajo los efectos de la entrada de grandes cantidades de inversión extranjera.

En 1847, Francia consigue establecerse con una concesión en Shanghai, y ya en 1863 se crea un asentamiento internacional, seguido posteriormente por un asentamiento japonés en 1895.

Los extranjeros produjeron un cambio sustancial en Shanghai. El nuevo marco legislativo, independiente del resto del país, contribuyó al peculiar desarrollo de la ciudad. El paseo frente al río Huang Pu, el Bund, muestra elegante de la arquitectura europea, se convirtió en el símbolo del imperialismo y principal arteria del incipiente mundo empresarial de la ciudad. Shanghai se hizo famosa por la explotación laboral, las apuestas y la vida nocturna de la ciudad, que eran internacionalmente conocidos.

En 1921 se crea en Shanghai el Partido Comunista de China, con Mao Ze Dong como uno de los fundadores, y en marzo de 1927, los sindicatos lanzan un ataque contra el poder de los señores feudales del Norte, apoyando la ofensiva del ejército de Chang Kai Shek. El 12 de abril de 1927, Chang Kai Shek se vuelve contra sus aliados y aniquila en una sangrienta matanza a miles de unionistas y comunistas.

En 1937, Shanghai cae en manos de tropas japonesas, pero las concesiones extranjeras consiguen mantener temporalmente sus privilegios. Tras la capitulación de Japón en 1945, regresa la administración de Chang Kai Shek que rige la ciudad hasta la entrada en 1948 del Ejercito Popular de Liberación. En Shanghai, como en el resto del país, el Estado toma el control, emigran los extranjeros y se paraliza el desarrollo de la ciudad.

A finales de los años ochenta, Deng Xiao Ping, artífice de la apertura económica e intelectual de China, se fijó el objetivo de volver a convertir Shanghai en el corazón económico y comercial de Asia, y desde entonces la ciudad viene experimentando una expansión económica sin precedentes.

Con el horizonte plagado de rascacielos, esta gran metrópoli ha entrado en el siglo XXI con el objetivo de convertirse en la ciudad más grande, dinámica e innovadora del mundo. Y va camino de conseguirlo.

             

http://casaespanashanghai.com/documentos/1_VIDA_EN_SHANGHAI.pdf

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